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Cómo tratar la piel sensible en bebés y niños

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¿Es la piel de los bebés y niños realmente sensible?

La piel de los bebés y niños es más delicada y vulnerable que la de los adultos, ya que no está completamente desarrollada. La piel de los recién nacidos es muy fina y transparente, lo que la hace muy susceptible a la irritación y el daño por factores externos. Es importante tener en cuenta que los bebés y niños también pueden tener problemas dermatológicos como cualquier otra persona, como eczema, dermatitis, acné neonatal y otros tipos de inflamación de la piel.

¿Cómo saber si la piel del bebé o niño es sensible?

Es importante conocer las características de la piel de su bebé para poder saber si es realmente sensible. La piel de los bebés y niños es más propensa a la pérdida de humedad, por lo que se debe prestar atención a la aparición de sequedad, prurito, enrojecimiento o erupciones cutáneas. Los signos de piel sensible pueden ser variados: desde una leve irritación hasta una inflamación mucho más grave.

¿Qué puede causar sensibilidad en la piel de los bebés y niños? Algunas causas que pueden provocar sensibilidad en la piel de los niños pueden ser:

  • Productos de aseo y cuidado personal: algunos ingredientes en productos cosméticos y baños pueden irritar la piel.
  • La ropa: tejidos sintéticos y lana pueden irritar la piel.
  • El clima: el clima seco y el viento pueden resecar la piel.
  • Cambios hormonales: las fluctuaciones hormonales pueden causar acné en los bebés.
  • Alimentos: ciertos alimentos pueden desencadenar reacciones alérgicas y causar inflamaciones cutáneas.
  • Estrés: el estrés puede provocar inflamación y erupciones cutáneas.

¿Cómo tratar la piel sensible en bebés y niños?

Limpieza de la piel

Es importante mantener la piel de los bebés y niños limpia e hidratada. Para la limpieza de la piel, se deben utilizar productos naturales, hipoalergénicos (sin fragancias ni parabenos), y de pH neutro. La limpieza del cuerpo y el rostro puede hacerse con un baño diario de agua tibia, durante unos 10 minutos, y utilizando una pequeña cantidad de jabón suave. Es importante secar la piel con una toalla suave, sin frotar para evitar la irritación.

Hidratación de la piel

Para mantener la piel de los bebés y niños hidratada debemos tener en cuenta:

  • Utilizar cremas hidratantes sin fragancia y de pH neutro. Las cremas deben ser aplicadas diariamente en la piel después del baño, y preferiblemente durante la noche. Las cremas hidratantes deben ser ricas en emolientes, como la manteca de karité, el aceite de almendras o la vitamina E.
  • Mantener a los bebés y niños bien hidratados bebiendo suficiente agua.
  • Mantener la humedad del ambiente en la habitación por encima del 60%, a través del uso de humidificadores o vaporizadores, especialmente en los meses de invierno.

Uso de ropa adecuada

La ropa debe ser de algodón, suave y confortable, evitando las telas sintéticas o que contengan fibras de lana que puedan irritar la piel.

Evitar factores agresores

Eliminar los factores agresores que pueden provocar reacciones adversas en la piel del bebé y niños es importante. Algunos ejemplos pueden ser:

  • No frotar la piel al secarla después del baño.
  • Situar al bebé y niños en zonas con mucho aire acondicionado o corrientes de aire.
  • No exponer al sol a los bebés y niños menores de 6 meses.
  • Mantener alejados los productos de limpieza y detergentes de la piel del niño.
  • Elegir productos en el cuidado de la piel sin ingredientes agresivos como fragancias fuertes y parabenos.

Conclusión

La piel sensible es un problema común en bebés y niños, pero puede ser tratado con una buena higiene y utilizando productos suaves y de pH neutro, sin fragancias y sin parabenos. Es importante eliminar factores agresores y cuidar la delicada piel de los bebés y niños de manera adecuada. Si tienes dudas o necesitas ayuda para tratar la piel sensible de tu hijo, no dudes en consultar a un dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado.