El eczema es una afección que afecta a muchas personas, especialmente a los bebés y niños. También conocido como dermatitis atópica, el eczema se caracteriza por una erupción cutánea que puede causar picazón intensa, enrojecimiento y descamación de la piel. Si bien el eczema puede ser difícil de tratar, hay varias medidas que se pueden tomar para ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los niños afectados. En este artículo, hablaremos sobre el eczema en bebés y niños y compartiremos consejos para tratar esta afección de manera efectiva.
La dermatitis atópica o eczema es una afección de la piel crónica que es común en bebés y niños. Los síntomas incluyen una erupción cutánea con comezón, piel roja e inflamada y descamación. El eczema puede presentarse en diferentes partes del cuerpo, como el rostro, el cuello, los brazos, las piernas y el torso.
Aunque las causas exactas del eczema no están claras, se cree que factores genéticos, ambientales y inmunológicos pueden estar involucrados. Los bebés y los niños con antecedentes familiares de alergias o asma son más propensos a desarrollar eczema. Además, ciertos factores ambientales, como el clima seco o el uso de productos de cuidado de la piel que contienen fragancias o ingredientes irritantes, pueden empeorar los síntomas del eczema.
Los síntomas del eczema pueden variar en gravedad y pueden ser distintos dependiendo de la edad del niño. En bebés, el eczema generalmente afecta las mejillas, la parte frontal y posterior del cuerpo y el cuero cabelludo. Los síntomas incluyen piel seca y escamosa, piel roja e inflamada, ampollas que supuran y comezón intensa. Los bebés con eczema pueden rascarse la piel afectada hasta que se lastiman y pueden parecer inquietos o irritables.
En los niños mayores, el eczema puede aparecer en diferentes partes del cuerpo y puede causar una picazón intensa y persistente. La piel afectada puede ser gruesa y áspera y puede tener una apariencia escamosa. La comezón puede interferir con el sueño y el niño puede sentirse incómodo o avergonzado por su apariencia.
Mantener la piel hidratada es esencial para el tratamiento del eczema. Usa una crema o loción hidratante en la piel del bebé o niño con eczema para evitar que se seque y para ayudar a aliviar el picor de la piel. Es mejor usar una loción o crema sin fragancia o alcohol, ya que estos ingredientes pueden irritar la piel aún más. Aplica la loción o crema varias veces al día, especialmente después del baño.
Los baños pueden ser un momento difícil para los bebés y niños con eczema, ya que el agua y los productos químicos pueden irritar aún más la piel. Sin embargo, tomar un baño adecuado puede ayudar a aliviar la comezón y ayudar a la piel a retener la humedad. Baña a tu bebé o niño con agua tibia (no demasiado caliente) durante unos 10 minutos. Usa un jabón suave y sin fragancia y no frotes la piel con una toalla.
Después del baño, seca la piel suavemente con una toalla suave y aplica una loción hidratante para ayudar a sellar la humedad.
Algunos productos de cuidado de la piel, como el champú, el jabón y los productos de limpieza para el hogar, pueden contener ingredientes que irritan la piel de los bebés y niños con eczema. Trata de evitar el uso de productos que contengan fragancias, alcohol o sabores artificiales. Usa productos de limpieza suaves en el hogar y evita el contacto con ingredientes conocidos que irritan la piel.
Los tejidos ásperos, como la lana, pueden irritar la piel y empeorar los síntomas del eczema. Evita vestir a tu bebé o niño con ropa que contenga tejidos ásperos o irritantes. En su lugar, selecciona ropa hecha de algodón suave y sin etiquetas ásperas o cosidas.
En casos de eczema moderado a severo, un médico puede recetar un medicamento tópico para ayudar a controlar los síntomas. Estos medicamentos pueden incluir corticosteroides tópicos, inhibidores de calcineurina tópicos o antibióticos tópicos si hay una infección bacteriana en la piel. Es importante seguir las instrucciones del médico sobre cómo usar estos medicamentos y no usarlos durante largos períodos de tiempo sin supervisión médica.
Algunas investigaciones sugieren que ciertos alimentos pueden empeorar los síntomas del eczema en algunos niños. Estos alimentos pueden incluir leche de vaca, huevos, maní, soja, mariscos, trigo y algunos alimentos procesados. Habla con un médico sobre las posibles alergias alimentarias y cómo evitar estos alimentos en la dieta de tu hijo.
El eczema puede ser una afección desafiante, pero con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden controlarse y la calidad de vida de los niños afectados puede mejorar significativamente. Si tu hijo tiene eczema, habla con un médico sobre las opciones de tratamiento y sigue las medidas preventivas para ayudar a controlar los síntomas. Con el cuidado adecuado, tu hijo puede vivir cómodamente con esta afección y disfrutar de una infancia feliz y saludable.