La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene la importante misión de protegerlo de las agresiones externas. De hecho, muchos de los problemas cutáneos que podemos padecer son consecuencia de una mala alimentación, el estrés o el desequilibrio hormonal. En este artículo nos centraremos en la relación entre la piel reactiva y los problemas digestivos, dos aspectos que están más relacionados de lo que se cree.

La piel reactiva y sus síntomas

La piel reactiva es un tipo de cutis que se caracteriza por ser especialmente sensible a los cambios de temperatura, la radiación solar, los cosméticos, entre otros. Las personas que tienen piel reactiva pueden sufrir una serie de síntomas como sequedad, picor, rojez, erupciones, entre otros. A menudo, estos síntomas son la manifestación de trastornos internos que afectan a la salud digestiva del paciente.

El papel del sistema digestivo en la salud de la piel

La piel es un reflejo del estado de salud general del cuerpo. Cuando el sistema digestivo no funciona correctamente, es común que la piel se resienta y aparezcan síntomas como los mencionados anteriormente. Esto se debe a que el sistema digestivo es el encargado de procesar los alimentos, eliminando los desechos y absorbiendo los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo.

Los problemas digestivos y su relación con la piel reactiva

Los problemas digestivos pueden estar relacionados con una sobrecarga de sustancias tóxicas que afectan directamente a la piel. Por ejemplo, alimentos muy procesados, ricos en grasas saturadas o azúcares refinados pueden provocar inflamación en el intestino, lo que impide la correcta absorción de los nutrientes necesarios para la salud de la piel. Como consecuencia, pueden aparecer problemas cutáneos como el acné, las manchas o la sequedad. Además, una mala absorción de nutrientes también puede afectar a la producción de colágeno, una proteína necesaria para mantener la piel firme, elástica y joven. Junto a una alimentación demasiado rica en grasas, el estrés y el sedentarismo, constituyen los mayores causantes de la piel envejecida.

Cómo mejorar la salud de la piel mediante el cuidado del sistema digestivo

La buena noticia es que mejorar la salud del sistema digestivo es relativamente sencillo y puede mejorar mucho tu piel. Algunas medidas muy efectivas son las siguientes:

• Reducir el consumo de lácteos y alimentos muy procesados
• Incluir alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, cereales integrales o legumbres, que favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de toxinas
• Aumentar el consumo de probióticos, ya sea en forma de suplementos o alimentos ricos en los mismos, para mejorar la salud intestinal y reducir la inflamación del cuerpo
• Realizar deporte de forma regular y dormir entre 7 y 8 horas diarias
• Reducir el consumo de alcohol y sustancias tóxicas
• Evitar el estrés, puesto que los niveles altos de cortisol afectan a la salud digestiva y de la piel de forma muy negativa

Conclusión

La relación entre piel reactiva y problemas digestivos es muy estrecha, y cuidar la salud de nuestro sistema digestivo es fundamental para mejorar la salud y el aspecto de nuestra piel. Si eres una persona con piel reactiva, inténtalo por un tiempo, y verás cómo mejorará la salud de tu piel. Además, si llevas una dieta equilibrada y cuidas tu cuerpo, no solo lucirás guapa y sana, sino que garantizarás una buena salud a largo plazo. Con un poco de esfuerzo y paciencia, ¡lograrás lucir una piel radiante y saludable!